Vacío

A veces,
la resaca oscila entre
estómago
y cabeza,
dejando sus lejanos ecos en las cuencas,
con rumores de brisa y viento.
Empieza la primavera, y con ella
el deshielo de los estamentos más
elevados, desmoronando las más firmes rocas,
desgarrando las raíces de los más robustos
árboles, rompiendo con todo.
El agua dulce se funde con la salada y la espuma en
lo más profundo del mar,
se despegan las caracolas muertas,
migran miles de animales.
Todo es movimiento desperezado,
proveniente de un grito brutal.
Ese grito mudo,
vivaz,
enloquecedor,
capaz de derrumbar ciudades enteras,
embravecer océanos,
prender fuego a cualquier bosque,
extinguir cualquier especie animal;
ese grito maldito
ha llegado a mis oídos.
Y la luz son ya tinieblas.
Y el bullicio silencio.
Y el todo vacío es ya.

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